Esta creación parte de la complejidad de las relaciones humanas, y en particular de la nuestra.
Sorprendernos, ser sinceros, rechazarnos incluso el uno al otro se vuelve una necesidad. Trabajando a partir de nuestros hábitos diarios, hacemos evolucionar estas maneras del modo en que las vivimos. La cotidianidad se vuelve una pasta que nosotros amasamos y trituramos. Volteada mil veces cambia y nos hace cambiar.
Un duo íntimo que crece y se desarrolla a través del movimiento y los malabares, comprometidos con su cuerpo.
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Coreografía:
Guillaume Cachera, Nicolas Paumier.
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Intérpretes:
Guillaume Cachera, Nicolas Paumier.